domingo, 29 de diciembre de 2013

Cualquier excusa es buena


Había llegado temprano a laburar: 8:45 de un miércoles. Estaba desayunando, mientras leía el diario, cuando lllega mi compañero, con una cara de reventado mal. Se sienta, en silencio.

Creí que le dolía la cabeza, que había dormido mal, o no pensé en él para nada. Seguí en mi mundo. Hasta que veo que agarra una botella de agua y toma como medio litro de un trago.

Ahí lo miro, le pregunto si se siente bien, y desde lo más profundo de su ser, cabalgando en un dragón de Komodo, salieron de su boca las palabras "Estoy Mamado"

Lo mejor fue cuando le dije, cagándome de risa, que era un zarpado. Caer un miércoles a laburar borracho era demasiado. Un viernes con resaca, cada tanto, estaba bien, pero que ni daba miércoles 9 AM borracho. En ese momento dijo algo que explicó todo:

"Qué querés,
ERA EL CUMPLEAÑOS DE MI ABUELA"

Ahí me di cuenta que, para el que quiere hacer algo, cualquier excusa es buena.

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